jueves, enero 04, 2007

Crónica RHPS. Episodio 12. Capítulo 1. jejeje...

Ya, ya, ya... vamos volviendo a ponernos al día. A veces, muchas veces, las cosas tardan en llegar, pero la espera hace más dulce el reencuento, al menos creo que por eso dicen que lo bueno se hace esperar... También es cierto que los compromisos y, como decía, el letargo y los caprichos de las ondas cibernéticas, han influído en la tardanza de las dos últimas Crónicas de la Segunda Temporada del Rocky. Pero también, he de confesar que una servidora ha preferido dilatarlo un pelín para evitar que se acabe tan pronto. Así es como si Rocky aún siguiese entre nosotros. Con los dos últimos domingos de Diciembre de celebraciones, compromisos, cenas opíparas y uvas y champán no hemos podido darnos mucha cuenta de que no estábamos rumbo a la Boite con todos los bártulos para celebrar nuestra Convención Semanal Transylvana. Pero lo cierto es que sufrimos en silencio un especie de Síndrome de Estocolmo...

Así que para mitigarlo, vamos a recordar el penúltimo domingo, día 10 de Diciembre, en cómodas entregas por capítulos, al que bautizamos en su momento, como "El Rocky de los Incidentes"...


Parece que cuando llevas un montón de domingos haciendo lo mismo semana tras semana, la cosa se vuelve aburrida y monótona y mucho más facil y todo es coser y cantar, verdad? Pues no, amigos, si algo tiene nuestro Rocky de especial, entre otras muchas cosas, es que cada domingo es una sorpresa imprevisible y el estado de nervios y de incertidumbre llega a unos puntos que no os podéis ni imaginar. Quizá esa sea una de las razones por las que derrochamos tanta energía
en cada actuación, porque el nivel de adrenalina en sangre alcanza unas cotas preocupantes. Aunque lo llevemos con gusto, porque Rocky lo vale.

Hacía un par de semanas que el traslado de atrezzo y vestuario en el inagotable Ford Fiesta hasta el centro de Madrid se había convertido en una prueba difícil de superar. Ya se sabe, las navidades llegan y trastornan a todo hijo de vecino y, oh, cielos! el acceso a la Sala Boite está cerrado a los vehículos. Ante la dificultad, planeamos un dispositivo de emergencia: sincronizamos nuestros relojes y se convoca a toda la compañía a las 19 horas cero minutos en la esquina Montera-Gran Vía a las puertas del Hotel "no se qué" para, a la velocidad del rayo, infringiendo las normas de circulación, aparcar en zona prohibida, previo trompo y derrape al más puro estilo Starsky y Hutch, descargar maletas, cubos, portatrajes y demás accesorios en tiempo récord y correr como locas desatadas con las plumas al viento hacia la sala, mientras Mr. Majors negocia con el diablo la venta de su alma a cambio de un aparcamiento no demasiado lejano.

Pues mira tú por donde, con toda la Troupe pelada de frío a las puertas de dicho "no sé qué" hotel, Mr. Majors y Lady Dramakuin descubren que, inexplicablemente, el acceso a la Boite está de nuevo abierto. A la porra el dispositivo de emergencia, Lady Dramakuin comienza a marcar los números de teléfono de todos los componentes de la Troupe para que se desplacen a la Sala, y por misterios que aún no hemos sido capaces de resolver, nadie, y cuando digo nadie quiero decir NADIE, atiende la llamada...

Mr. Majors y Lady Dramakuin, a la puerta de la sala, desalojan el auto y aparcan literalmente el interminable atrezzo, maquillaje y vestuario. Una vez todo dentro, Mr. Majors sale en dirección a su demoníaco negocio, mientras Lady Dramakuin intenta desesperadamente localizar a algún miembro de la Troupe. Una vez avisados (por fin!) recibe una llamada desde algún lugar a las afueras de Madrid:

- L. Dramakuin: "Hola???"
Al otro lado de la línea saluda Míster X:
- "Susana, soy X!"
A Lady Dramakuin empiezan a temblarle las piernas, una llamada de X a las siete de la tarde augura algo malo...
- "Dime, X, qué ha pasao?"
- "Verás, estoy en la carretera de Barcelona, camino de la Boite, en una estación de servicio, me han abierto el coche y me han robado la maleta con la cámara de video, la cámara de fotos, el movil..."
Lady Dramakuin ya chorrea sudores fríos por la frente y por la espalda y piensa para sí, intentando parecer tranquila "Esto significa que X se tiene que ir a poner una denuncia y no hay función, no hay función, no hay función..."
Míster X continúa hablando:
- "... y todo el vestuario de Rocky (vease gallumbos y botas doradas) y el vestuario de friki"
Lady Dramakuin no es capaz de dar mucho de sí:
- "Y qué hacemos????!!!"
X intenta tranquilizarla:
- "Voy a casa, que tengo unas botas y unos calzoncillos negros y los pintamos de dorado antes de la actuación. Búscame algo para vestirme de Transylvano y listo!"
Lady Dramakuin pensando "Ya! Ni que fuera tan fácil..." intenta disimular lo mejor que puede su estado al borde de un ataque de nervios:
- "Está bien, está bien... t-tardarás mucho en llegar hasta aquí???"

Pi-pi-pi-piiiiii....

Tras intentar tranquilizar al resto de la Troupe y pidiéndoles mantener una calma que ella misma no es capaz de encontrar, Lady Dramakuin se introduce en el gentío que abarrota la calle Preciados y comienza una larga vuelta al mundo de los centros comerciales que abren en domingo buscando un par de botes de spray dorado, mientras hace recuento de TODO el vestuario con el que contamos para ver qué le podemos poner a este chico para bailar el Time Warp. Tengamos en
cuenta que precisamente X, nuestro Rocky, no comparte talla con ningún otro miembro de la compañía...


Continuará....

JA JA JA JA JA!!!!!!